Hacer una introspección no es sencillo porque no siempre estamos dispuestos a salir de nuestra zona de confort y pocas veces nos detenemos a pensar qué es lo que queremos de nuestra vida; sin embargo, cuando ya ha surgido la idea de querer emprender un negocio, se debe ser más claros y preguntarse a sí mismo: ¿qué quiero hacer?, ¿por qué lo quiero hacer? y ¿qué quiero lograr con eso?
De esta manera lograremos encontrar un objetivo y forjarnos una meta.